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viernes, 30 de marzo de 2012

Pompero gigante

¿Os entró siquiera un poquito el gusanillo con estas fotos de pompas de jabón?  
Por si lo conseguimos con alguien, hoy os enseñamos cómo hacer un pompero gigante.

Necesitaréis dos palos, pueden ser de cualquier material, pero por comodidad, elige dos que pesen poco, por ejemplo, dos palos de escoba o recogedor. (Si  son muy grandes, puede ser un poco incómodo, sobretodo para los principiantes) Es recomendable que uno sea algo más largo  que el otro, y mejor si vienen con un agujero en el extremo, como para colgarlo. Y dos cuerdas, una el doble de larga que la otra. Depende del tamaño que queráis el pompero, en este caso van a ser aproximadamente de 60 y 120cm, como veréis en la foto, va a salir bastante grande, quizá para ir empezando es mejor algo un poco más pequeño.

 Atar la cuerda más corta a uno de los extremos de ambos palos, podemos ayudarnos como decía antes, con los agujeros de los palos, sino, se ata alrededor, y se usa un poco de pegamento para que no se mueva. 




 Después atamos los extremos de la cuerda larga a los extremos de la pequeña. No hace falta que sea tan al extremo como se ve en la foto, quizá incluso es mejor que sea un poco más al medio.

Corta los extremos que sobresalen con una tijeras. 
El resultado final será más o menos este (ya os dije que en este caso es muy grande):
Pompero gigante

La clave ahora es fabricar un buen jabón...y tener buena mano (y paciencia)
Consejos para el jabón
 Hay bastantes fórmulas diferentes a la hora de hacer la mezcla para las pompas, al final tienes que ir probando, pero más o menos:
  • 50% de agua (si es agua destilada mejor, o agua de lluvia)
  • 40% de jabón (de lavar los platos por ejemplo, aunque hay quien apuesta por el champú para bebes)
  • 10% de glicerina (se compra en cualquier farmacia, no es obligatorio, pero realmente sí que funciona)
  • 1 o 2 cucharadas de azúcar glas bien disuelta (se puede calentar un poco la mezcla para que se disuelva bien) 
      Hay quien usa solamente agua y jabón y también le va bien.
 
Prueba con un pompero pequeño, y te darás cuenta si necesita un poco más de jabón o un poco más de agua.
Puedes mezclarlo en una botella para luego poder llevarlo por ahí, y a la hora de empezar a hacer pompas, ir echando el contenido en un platillo como los que se usan debajo de los tiestos, o un frisbie, por ejemplo.
Es recomendable juntar los ingredientes y dejarlo reposar al menos 24horas, pero si no tienes tiempo para esto, intenta mezclar los elementos con mucho cuidado, sin hacer espuma. ¡La espuma es la enemiga de las pompas!


Es difícil explicar con palabras cómo usar adecuadamente un pompero gigante, pero vamos a intentarlo. (Tampoco estos pasos son obligatorios, quizá consigas hacerlo bien a tu propia manera. Los niños y niñas no suelen seguir indicaciones y muchas veces hacen las mejores pompas)

El verbo Regalar
El verbo Regalar
Primero, empapa bien toda la cuerda en la mezcla de jabón, déjala dentro del platillo.





  



Cuando esté bien empapada, levanta uno de los palos suavemente, de forma que la cuerda quede como se ve en la foto, en posición vertical y pegada a ella misma (a causa del jabón)

El verbo Regalar




Levanta en esa posición los palos a la altura que quieras, despacio, y entonces vete separándolos, como despegando la cuerda suavemente, para que no se rompa la película de jabón. Si hay algo de aire, la pompa irá saliendo sola, si no sale directamente, puedes mover los brazos o ir dando pasitos hacia atrás (en contra del viento) para que vaya apareciendo. Y finalmente, deberás "cortar" la pompa haciendo un gesto como de juntar los palos de nuevo. A veces este paso ni siquiera es necesario.
Por escrito suena un poco complicado, pero cuando te pones a ello, todo esto te saldrá solo.

 Si no queréis complicaciones y preferís un pompero pequeño, casi cualquier cosa servirá: embudos, pajitas, tubos, coladores, redes metálicas, una percha... Con alambre puede crearse fácilmente, en este caso, se recomienda cubrirlo con hilo de algodón.

Pompero casero con malla de gallinero
Pompero casero con alambre









Pompero casero con una percha



Cuidado, que engancha...

El verbo Regalar
El verbo Regalar

¡A pompear!

miércoles, 28 de marzo de 2012

Poemas visuales

Aunque muchos y muchas ya lo conoceréis, hoy os enseñamos parte de la obra del fotógrafo Chema Madoz.
Como dicen en su página web,
No todo es lo que parece, y Chema Madoz  se encarga de ponerlo en evidencia. Ocultos entre la cotidianeidad surgen nuevos mundos. Nuevas dimensiones que de la mano de la metáfora alteran la percepción de la realidad más inmediata. El absurdo, la paradoja, el humor -por qué no la greguería- se dan cita en el estudio del fotógrafo. 

Hay quien dice que es el especialista del engaño, nos quedamos con que crea poemas visuales, hace regalos para la vista.











http://www.chemamadoz.com


¿Os atrevéis a intentar alguna foto de este estilo? 
Para que no os de verguenza, empezamos nosotros. No hemos logrado gran cosa... ¡pero lo intentamos!




Animaros y mandarnos vuestras fotos al correo elverboregalar@hotmail.com
¡las publicaremos!
Quién sabe, igual nace un nuevo o nueva Chema Madoz.

Y si os gusta el resultado, siempre podréis enmacarla y regalar un poema visual...

lunes, 26 de marzo de 2012

Recomendación rural

¡Nuestro fin de semana ha sido de disfrutar!
Hemos estado en un apartamento rural en un pueblito llamado Campiellos, en Asturias. Pertenece al concejo de Sobrescobio, en pleno Parque Natural de Redes. 
La casa, de dos plantas,  realmente es una maravilla, de madera y piedra, y en su interior no le falta detalle alguno, con una decoración cuidadísima, y muy acorde con el medio natural y cultural que la rodea.


Tiene salón con chimenea de leña, la cual puedes encontrar apilada a la puerta del apartamento por si quieres hacer un buen fuego.



Cocina con vistas, y equipada con todos los utensilios necesarios, incluída cafetera, y exprimidor. ¡Había incluso colacao! (no puedo estar sin él)


En la planta de arriba, un aseo con bañera hidromasaje, de las de verdad, con cuatro programas distintos para elegir por dónde y con qué intensidad te vienen los chorritos de agua, y decidir así cómo quieres relajarte, (que nos vino de lujo después de una buena caminata). Para descansar, una maravillosa habitación con una cama enorme y muy cómoda, y un gran armario de madera.
 

(esta foto no hace justicia a la preciosa habitación)
Lo mejor... una terraza en la que desayunar, comer, cenar, o simplemente pasar el rato disfrutando de unas vistas increíbles y una tranquilidad como en pocos sitios encuentras.


Al levantarte, probablemente descubras que no eres el único ser al que le gusta tomar el sol en esa terraza...

Detalle de vidriera enfrente de la cama. 

Todo esto pertenece a los Apartamentos Rurales La Xamoca, con una categoría de 3 Llaves. Se componen de 4 apartamentos individuales, tres de ellos para 2 personas, y otro con capacidad para alojar a 4 personas. Están regentados por un amable matrimonio, muy atento a cualquier complicación que pueda surgirte, y que te recomiendan sitios donde comer o pasar el día. (Por cierto, maravillosas las cebollas rellenas de pitu caleya del restaurante Puerta de Arrobio, muy cerquita de La Xamoca)

Terraza de uso común de los cuatro apartamentos. 

El pueblo, Campiellos, es muy tranquilo, no hay un ruido, y estás en plena naturaleza.
La zona tiene algunas rutas muy conocidas, como la de los Arrudos, Brañagallones, o otras más facilitas, como la Ruta del Alba, o la de la Cascada del Taballón. 

Ruta del Alba
Ruta del Alba
La ruta de la cascada del Taballón de Mongallu comienza en el pueblo de Tarna, (concejo de Caso, a media hora de los apartamentos). Discurre por el Parque Natural de Redes, casi todo el camino por un precioso bosque de hayas, en el monte Saperu, en el que viven aún urogallos, corzos y jabalíes. A veces cruzas algún riachuelo, a través de  puentecitos de madera. 





Al final, llegas a los pies de una cascada, que te refrescará solo con acercarte un poquito y te impresionará por el salto y la altura.
La ruta son unos 9 km aproximadamente, y aunque al principio es todo cuesta arriba, es muy llevadera, incluso para ir con peques.



 







 Vistas desde el pueblo de Ladines, muy cercano a Campiellos.


Lo mejor de todo esto, es que la estancia en La Xamoca fue un regalo de mi hermanos, y así, ¡se disfruta aún mucho más! ¡Muchas gracias!
Así que ya sabéis, si tenéis que hacer un regalo para que disfruten, os recomendamos los Apartamentos La Xamoca, en Campiellos.
¡Ah!, además permiten la entrada de mascotas, así que no hay problema si tienes animales y nunca sabes con quién dejarlos.


Fotos: El verbo Regalar