Caja de recuerdos

Muchas veces al pensar en amistades, parejas, familiares... nos vienen a la mente montones de recuerdos  y vivencias, incluso tonterías que quizá sólo la otra persona entienda, historias que hemos pasado juntos y que nos unen.

Pues piensa en esa persona, y escribe una lista de momentos, vamos a crear una Caja de los Recuerdos.

Rememora todas esas pequeñas historias que habéis pasado, y resúmelas con una imagen: recuerdas ese concierto que vísteis y os encantó, pues la imagen puede ser la carátula del cd de quien tocaba; ese viaje de estudios a Paris, la imagen será la Torre Eiffel; aquella ruta en la que comenzó a tronar y os empapásteis, la imagen puede ser aquel perro que recuerdas que os acompañó todo el camino. Busca una imagen que relacione el momento de forma inequívoca con ese recuerdo que quieres evocar.

Cuando tengas una buena lista de recuerdos-imágenes, búscalas por internet e imprímelas, o recórtalas de revistas, libros... lo que necesites, y pégalas en cartulina o cartón, para que queden más consistentes. Recorta por el contorno cada figura. 
En la parte de atrás, en el cartón o cartulina, se puede escribir algún detalle o aclaración.

Ahora ya solamente te queda buscar una cajita para meter todos los recuerdos. No hace falta que la compres, cualquiera que encuentres por casa servirá, ¡recicla! La de un reloj, unos caramelos, quizá unos bombones... Y decórala como te parezca, por ejemplo puedes usar papel de regalo o de comics.

Todas las imágenes-recuerdos irán dentro de la caja, para que quien la reciba se empape de nostalgia y viejas emociones al abrirla. 
¿Recordáis esta escena de la película Amelie?

¡Qué emoción poder hacer sentir a alguien algo parecido!

Sí, sí, sabemos que no es exactamente lo mismo, pero es una caja de recuerdos ¡"a nuestra manera"!

Y lo bueno es que es un regalo que nunca se acaba... siempre se pueden ir añadiendo nuevos recuerdos...

Fotos: El verbo Regalar