Anteriormente os dimos ideas de cabeceros originales y también para construir muebles con palets, pero esta vez hacemos un remix de los dos post...¡vamos a hacer nuestro propio cabecero con palets!
No es complicado, pero hay que tener alguna que otra herramienta y en ocasiones es necesaria un poco de fuerza (y lo digo por experiencia). Por supuesto hay que disponer de tiempo y tener ganas, porque sino lo dejarás a la primera de cambio. Aunque con los precios que hay de cabeceros por ahí, igual te animan a fabricarte el tuyo. Por no hablar de la satisfacción que da crear algo tú mismo, además de conseguir alejarse un poco del consumismo que nos persigue por todas partes diciéndonos que tenemos que comprar, comprar y comprar. Y como no nos cansamos de repetir, reciclar o reutilizar materiales reduce el impacto sobre el medio ambiente, tod@s deberíamos hacerlo siempre que podamos. Si es que... ¡todo son ventajas!
Lo primero, claro está, es conseguir el palet. Hay tiendas que utilizan muchos para llevar mercancía y luego se deshacen de ellos, asói que les podéis pedir alguno, o quizá en un polígono podáis conseguir palets que estén abandonados y no muy deteriorados. Da igual el color o que tenga manchas, porque luego lo pintaremos.
Para nuestro cabecero usaremos dos palets, porque lo queremos con las tablas en vertical, así que necesitamos pegar dos para conseguir el ancho de la medida de la cama.
Ya os aviso que tan limpio y perfecto como este, ¡no lo vais a encontrar! |
Vamos a construir un cabecero cuya estructura sea solamente la parte de arriba del palet, como un tablero de rayas, por lo que debemos desmontarlo.
Para ello, nos desharemos de la parte de abajo ayudándonos de una maza y de un martillo.
Aconsejamos primero dar unos cuantos golpes con la maza por todos lados a las piezas cuadradas, para que vaya aflojando un poco.
Para ello, nos desharemos de la parte de abajo ayudándonos de una maza y de un martillo.
Aconsejamos primero dar unos cuantos golpes con la maza por todos lados a las piezas cuadradas, para que vaya aflojando un poco.
Después damos la vuelta al palet y metiendo la "oreja" del martillo por la ranura, como vemos en la foto, intentaremos ir levantando poco a poco la pieza. Lo tendremos que ir haciendo por los cuatro costados hasta que esté bastante suelta y poder tirar de ella. Estas piezas están unidas por unos largos clavos, hay que tener algo de fuerza para conseguir separarlas del todo. E id siempre con cuidado ya que estos clavos suelen estar bastante oxidados.
Este paso nos llevará un buen rato, aunque se va cogiendo práctica. Tenemos que hacer lo mismo con las 9 piezas cuadradas, y en los dos palets.
Una vez separada esa parte, aún tenemos que quitar las tablas a las que venían unidas estos "cubiletes" de madera. Daremos la vuelta de nuevo al palet y golpearemos con un martillo los largos tornillos (¡con cuidado!) y cuando estén lo suficientemente fuera, volveremos a dar la vuelta al palet y utilizaremos unas tenazas o la oreja de un martillo para tirar de ellos, como se ve en la foto, hasta conseguir sacarlos. Para esto también se necesita fuerza, yo solamente conseguí sacar uno...tuvieron que echarme una mano.
También algunos de ellos, al ir golpeándolos, se doblaban y esto hacía que fuera más difícil sacarlos, ¡tened paciencia!
Con estas tablas de madera fuera, ya casi tenemos la base de nuestro cabecero. Ahora vamos a rellenar las hileras vacías entre tabla y tabla con más madera (quien prefiera el cabecero con las tablas así separadas, puede saltarse este paso).
Para rellenar esos huecos podemos utilizar las tablas sacadas en el punto anterior o las de un tercer palet si disponemos de él. Medimos la enchura de cada hueco y marcamos la medida en la tabla para cortarla. Nosotros utilizamos una sierra de calar.
Para pegar las tablillas hechas a medida en su hueco correspondiente, hemos usado un adhesivo de montaje, pero en cualquier ferretería se puede encontrar un pegamento o cola para madera. Después de pegarlas colocamos unos pesos encima y lo dejamos toda la noche secando. En la siguien foto veis que ya no hay huecos entre tablas.
El siguiente paso es pulir bien toda la superficie con una lijadora para
deshacernos de astillas que se nos puedan clavar o enganchar y
estropear la ropa de cama. Tener en cuenta las esquinas y bordes para
que quede bien pulido y liso por todas partes.
Cuando tengamos preparados los dos palets, pegaremos uno al otro por el lateral para unirlos y conseguir así el largo del cabecero. También se puede montar sin pegarlos, pero de esta forma evitaremos que se muevan y bailen.
Y por fin el último paso, el más divertido, ¡decorarlo al gusto! Puede pintarse de uno o varios colores, escribir una frase, una palabra, un símbolo...